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Aunque trato de mantener los artículos que subo para una audiencia global, para este decidí escribir sobre algo más específico del paisito 🇺🇾

Una visión sobre como aprovechar una oportunidad para el país de acercarnos a la necesaria mejora de la productividad que nos debemos. Principalmente, de no embarrarla.

El momento

Como fenómeno que huele disruptivo, la innovación en Inteligencia Artificial – con los LLMs como niño prodigio – viene causando un montón de olas en función de los cambios en productividad y costos que promete traer aparejado.

A nivel global, gobiernos y organizaciones internacionales vienen empujando por empezar a tomar partido en su conducción y regulación con distintos objetivos.

Atentos a esto, han desarrollado diferentes lineamentos que abarcan desde consideraciones éticas hasta seguridad. En Uruguay hemos incorporado algunas de estas recomendaciones sin mayor debate, creo yo, por lo lejano que aún resulta para la mayoría.

Sin embargo, y evitando entrar en consideraciones sobre intenciones, creo que debemos ser muy cuidadosos sobre que tipos de reglas y restricciones incorporamos – en función de que vivimos en un contexto distinto y las contrapartidas son completamente distintas.

Esto no es nuevo para nosotros. Tenemos nuestra propia experiencia e historia navegando exitosamente transformaciones tecnológicas, que nos han llevado a ser el líder mundial en exportación de software per capita y en gobierno digital.

Ir a buscar el partido*

Si revisamos algunas de las ideas e informes que se vienen realizando a nivel local, se pueden percibir de parte de varios actores preocupaciones ex-ante en la misma línea que internacionalmente.

Y aunque entendible, creo que el miedo es un mal consejero en una situación así. Más allá de que hay que entender los riesgos, también es fundamental comprender la oportunidad que tenemos por delante. No lo digo (solo) yo:

Por otra parte, estos cambios de dirección pueden ofrecer periodos de enorme ventaja para los recién llegados. Un cambio de paradigma abre las ventanas de oportunidad necesarias para adelantarse (forging ahead) y para dar alcance (catching up) en la carrera del desarrollo, mientras que los punteros están aprendiendo también.

Éstos son asimismo tiempos en los cuales el exceso de inercia puede tener como consecuencia el retroceso (falling behind). Por lo tanto, la capacidad para llevar a cabo cambios estructurales en la dirección más ventajosa es una habilidad societal muy valiosa para alcanzar el desarrollo y para, después, preservar e incrementar la ventaja a medida que van cambiando el contexto y las oportunidades.

Revoluciones Tecnológicas Y Capital Financiero: La Dinámica de Las Grandes Burbujas Financieras Y Las Épocas de Bonanza
Carlota Pérez – 2005

Corresponde entonces tomar consciencia de esto y poner las preocupaciones en su justa dimensión, tratando de enfocar las energías en que precisamos para hacer un planteo ofensivo y no defensivo.

Cinco pautas

Dejo algunas ideas que no son innovadoras pero que, con esta estrategia como norte, toman otra relevancia.

Siga siga

Al contrario de lo que parece ser tendencia en organismos internacionales, creo que la mejor forma de sacarle provecho a este momento dar un espacio seguro y poco regulado para experimentar.

Aunque no soy el único que plantea que no podemos prohibir o regular (aún). Creo yo que sería útil ir un paso más: dejar plasmado que serán productos y actividades no reguladas durante una ventana de tiempo. Vale decir que esto no incluye regulaciones ya existentes.

La mera posibilidad de enfrentarse a problemas regulatorios en nuestra escala, es un repelente garantido para cualquier tipo de innovación eficaz en algo incipiente. Vamos a terminar sin cosechar nada y viviendo las mismas consecuencias.

No penalizar la adopción

Aunque seguramente haya un empuje por fomentar la adopción, creo que va a ser fundamental evitar la penalización de la adopción cuando surjan problemas. Que está garantido van a surgir y que seguramente no son los que esperamos.

Para sostener los esfuerzos que se van a dar en innovación, se deben dar señales claras y sostenidas de que aunque atentos a los problemas se va a trabajar en la solución y no en evitarlos mediante la penalización.

Si quién estando en una organización (por ejemplo, el estado) no siente que tiene el respaldo de la misma al cometer errores en el proceso de innovar, no va a tomar ningún paso al respecto.

No casarse con nadie

Algo que creo (espero) es una lección aprendida, es la importancia de grados saludables de independencia de plataformas y estándares. Como mecanismo claro, el uso de estándares abiertos y herramientas portables deberían ser una prioridad.

Facilitan la competencia y agilidad de ser necesario generar cambios en proveedores y herramientas. Nos permiten interoperar más fácil y explotar a menor costo capacidades existentes.

El foco en lo que podemos aportar

La formación de talento es una fortaleza en calidad pero no en cantidad. Profesionales y técnicos con foco en la adaptabilidad, y una sólida formación básica, van a ser cruciales en procesar rápidamente cambios y escenarios dinámicos.

La simplificación regulatoria y fiscal para empresas, así como su integración con otros países, es importante para facilitar la salida al mundo desde acá. Mientras sea una mucho mejor herramienta una LLC que una SAS, estamos dejando oportunidades en la mesa. Y las oportunidades futuras que vayamos dejando van a ser cada vez peores.

La integración de sistemas en el estado y el avance de catálogos de datos abierto es un gran debe casi sin excepción. Es fundamental avanzar en este sentido decididamente para poder aprovechar con bajos costos de implementación nuevas herramientas y soluciones.

Nuestros datos como país son un activo. Es un activo que debemos empezar a reconocer en todos los niveles, que debemos trabajar como tal, y donde estará el fundamento de muchas mejoras.

Reconocer debilidades

¿Es un buen uso del dinero ir a adquirir H100 de Nvidia? ¿O mejor usamos proveedores cloud globales que ofrecen precios absurdamente competitivos? ¿Verdaderamente sacrificamos algo de relevancia? No tengo pruebas, aunque tampoco dudas, de que haya propuestas en este sentido.

Si nos basamos en la historia, no fue necesario que tuviésemos una «Obdulio PC» para tener éxito. Es clave hacer un uso eficiente de los recursos y reconocer «batallas perdidas» que no ameritan sacrificar buena plata en búsqueda de mala «soberanía».

A modo de cierre

Ojalá en este mar revuelto, pesquemos.

¡Vamos que vamos!

*: Iba a ser imposible evitar las analogías futbolísticas en este contexto.