Construyendo Previsibilidad

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Un trabajo continuo de cualquier empresa es intentar construir previsibilidad. Generalmente de forma directa, a veces en formas indirectas, todos quienes están involucrados en la organización lo valoran como algo positivo. Clientes, empleados y accionistas esperan esta cualidad, ya que les brinda confianza para comprar, invertir, comprometerse y esforzarse.

Que sea algo tan preciado da la pista de lo poco frecuente y laborioso que es lograrlo. La propia naturaleza del universo atenta continuamente contra este objetivo y se vuelve casi una metáfora del castigo de Sísifo.

Sin embargo, el trabajo continuo en este sentido les permite a las empresas que lo hacen infundir un sentido de estabilidad a través de sus operaciones. Creo que es algo que si lo conceptualizamos como parte natural del proceso de una organización, facilita su construcción de forma cotidiana y le da un nuevo sentido a varios esfuerzos rutinarios.

Una falsa oposición

¡Previsible no significa rígido! De hecho, una empresa verdaderamente predecible es aquella que, pese a su estructura, es capaz de adaptarse al cambio sin perder el rumbo y su capacidad de lograr cosas. En un mundo cada vez más dinámico y volátil, tener la flexibilidad para reaccionar rápidamente es un componente clave de la resiliencia organizacional.

Un sistema resiliente y adaptable es fundamental para que la organización en su conjunto no tambalee ante los cambios externos, sino que los enfrente con preparación y un sentido claro de decisión. Y eso le da previsibilidad de que va a poder sortear una crisis y adaptarse para continuar por el camino establecido.

Todo son expectativas

La previsibilidad tiene una base muy fuerte en una comunicación continua y clara, que permita a todos comprender las expectativas y los objetivos. Para los clientes, esto significa ofrecer claridad sobre qué pueden esperar de los productos o servicios, y para los empleados, comprender su rol y sus metas les brinda una mayor seguridad en su desempeño.

Particularmente la claridad en la comunicación favorece la percepción de previsibilidad tanto para quienes forman parte de la empresa como para aquellos que interactúan con ella desde afuera.

Basado en el pasado

Esa claridad parte usualmente de una buena capacidad de explicar el pasado con datos claros, confiables y recientes. Las empresas que destacan en brindar previsibilidad, trabajan ampliamente el desarrollo de sistemas que les permiten medir su progreso en tiempo real. Estas métricas son guías objetivas que ayudan a ver si el todo está en el camino correcto y permiten tomar decisiones informadas de forma ágil.

Son varias las ventajas de contar con datos precisos, confiables sobre una organización y su ambiente. Compartir estos datos y avances con el equipo y los accionistas fomenta la confianza y refuerza la percepción de una organización transparente y predecible.

¿Algo inevitable?

A modo de cierre, algo que creo sucede es que construir previsibilidad es algo que sucede naturalmente como resultado del trabajo disciplinado, de una comunicación constante y de una cultura que valora tanto la estabilidad como la flexibilidad. «Hacer las cosas bien» en criollo. Emerge naturalmente, pero ayuda si lo conceptualizamos.

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